BANDERA

AMARILLO:

Color original de la simbología mundial Lasallista, que significa la fe, la luz que brilla con intensidad en un mundo oscuro que requiere de hombres orientadores y de mujeres guías para la salvación del mundo.

También es riqueza, éxito y en la estrella símbolo de logros y alcances de metas al servicio de los demás.

AZUL:

Color original de la simbología mundial Lasallista, que significa el cielo, la trascendencia, el lugar de Dios hacia donde todos vamos.

Es inmensidad y apertura hacia los demás hombres y hacia el Creador.

AMARILLO Y AZUL: Colores originales de la simbología Lasallista.

VERDE: Sol y llanura, nuevo amanecer para el Llano, sentido de la inmensidad, de la apertura, de la institución que es eje y polo de desarrollo. La palmera simboliza la región, la riqueza agrícola de nuestro medio y todo el paisaje se integra para explicitar esperanza, progreso y un futuro prometedor a nuestra tierra que será para muchos recursos hídrico, biodiversidad, potencial energético, agrícola y ganadero.

FIRMA: Original del Santo Fundador San Juan Bautista De La Salle.

ESCUDO

CINCO ESTRELLAS DE LA IZQUIERDA: Significan los cinco valores Lasallistas: Fe, Compromiso, Fraternidad, Justicia y Servicio.

CINCO ESTRELLAS DE LA DERECHA: Significan los cinco componentes de la Comunidad Educativa: Alumnos, Hermanos y Educadores, Padres de Familia, Exalumnos, Personal administrativo y de servicios.

EL CÍRCULO QUE RODEA EL ESCUDO: Significa la forma dinámica como los miembros de la comunidad Lasallista se integran en un todo para que su labor educativa trascienda haciendo del Colegio un LUGAR DE SALVACIÓN.

Valores Lasallistas

FE:

Como respuesta generosa, comprometida y creativa a Dios permite al lasallista redescubrir su camino de fe personal y comunitaria para iluminarlo, de manera cada vez más clara, con la alegría y la esperanza renovada del encuentro con Cristo, que lo ubica en la filiación y fraternidad divina. Consecuencia de este encuentro surge la lectura de fe y el compromiso por las causas sociales, culturales, religiosas y políticas de nuestra misión.

FRATERNIDAD:

El reconocimiento de la dignidad de la persona nos conduce como lasallistas, desde la solidaridad, a reducir “las distancias” interpersonales y nos permite escuchar, ver, acoger, sanar y cuidar. Acciones que nos constituyen prójimos, cercanos, hermanos y hermanas. El hacernos prójimos nos hace comunidad, que permite comprendernos como un nosotros en distintos niveles, crear sinergia, configurar un proyecto común y convertirnos diariamente tanto personal como institucionalmente.

CELO/APASIONAMIENTO:

El “Celo ardiente de instruir a los niños”, del tiempo del Fundador, nos mueve al apasionamiento por la educación especialmente de los excluidos de la sociedad, a la audacia en las propuestas educativas, a procurar la salvación de quienes nos son encomendados de todas las formas que denigran la dignidad humana y a la entrega generosa de nuestros talentos al servicio de la construcción de una sociedad del posconflicto.

JUSTICIA:

El Lasallista reconoce que la justicia conduce a la paz y proviene, en primer lugar, de Dios que llama a la vida verdadera en una convivencia humana rectamente constituida, provechosa y adecuada a la dignidad del ser humano. Por lo cual, asume el reconocimiento crítico del conflicto en las relaciones que posibilita la resolución dialógica de intereses y necesidades, el reconocimiento de las diferencias, el respeto y la garantía de los derechos y la construcción de la comunidad educativa a partir de la participación activa en su devenir histórico de todos y cada uno de sus miembros.

SERVICIO:

La manifestación de una comunidad unida es el servicio de la solidaridad transformada en acciones de colaboración y ayuda mutua, que promueve el mejoramiento efectivo de las condiciones de poblaciones en desplazamiento, vulnerabilidad o desigualdad. Nos permite vivenciar la espiritualidad del Buen Samaritano y entregar nuestros dones y hasta nuestra propia vida a los demás.

COMPROMISO:

Expresión constante de reflexión-acción de cuidado, atención de las necesidades, empoderamiento para generar acciones transformadoras, conducentes a la responsabilidad de dar cuenta de los procesos encomendados o asumidos, de tal modo que vivamos unos principios éticos que rijan nuestra vivencia personal y comunitariaS

Marcha la Salle

Autor: Ignacio Valdés

Colegio La Salle tan querido

aquí nos tienes hoy vibrantes de emoción,

y el corazón de gratitud henchido

y cada labio modulando una canción. (bis)

“Ciencia y virtud” es nuestro lema

que ostentamos con honor

y que defiende el Lasallista con ardor.

 

Virtud, saber

porque la vida es mar

donde el deber faro es

que ha de alumbrar.

Sin vacilar nuestro grito será:

La Salle, La Salle,

doquiera triunfará. (bis)

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